El primero de noviembre de todos los años el Cementerio de Nueva Esperanza (VMT) se convierte en protagonista de una de las manifestaciones sociales mas coloridos de la cultura y tradición andina en el país.
Muchos hogares del Sur de Lima se trasladan a este campo santo para celebrar el día de los muertos, donde se expresa no tan solo la tradición fúnebre en el Perú, si no también otras manifestaciones culturales propias del mundo andino. Este escenario se convierte en una feria, donde se pueden encontrar grupos musicales, platos típicos, comercio ambulatorio, ceremonias ancestrales, espacios de entretenimiento, encuentros familiares y comunales, etc. de distintas partes del país, como un mosaico colorido de distintas nacionalidades. Convirtiéndose, por sus dimensiones y alcance, en “La Mas Grande Manifestación de la Tradición Fúnebre en el País”.
Tiene sus orígenes en la década del sesenta, cuando se forma el distrito (1961) y se inicia una explosión migratoria en el pais, del interior a la capital, asentándose muchos de ellos en la periferia de la capital, trayendo consigo sus tradiciones y costumbres. Donde no tan solo se construyó una ciudad en el cual crecer sino también donde padecer.
Muchos hogares del Sur de Lima se trasladan a este campo santo para celebrar el día de los muertos, donde se expresa no tan solo la tradición fúnebre en el Perú, si no también otras manifestaciones culturales propias del mundo andino. Este escenario se convierte en una feria, donde se pueden encontrar grupos musicales, platos típicos, comercio ambulatorio, ceremonias ancestrales, espacios de entretenimiento, encuentros familiares y comunales, etc. de distintas partes del país, como un mosaico colorido de distintas nacionalidades. Convirtiéndose, por sus dimensiones y alcance, en “La Mas Grande Manifestación de la Tradición Fúnebre en el País”.
Tiene sus orígenes en la década del sesenta, cuando se forma el distrito (1961) y se inicia una explosión migratoria en el pais, del interior a la capital, asentándose muchos de ellos en la periferia de la capital, trayendo consigo sus tradiciones y costumbres. Donde no tan solo se construyó una ciudad en el cual crecer sino también donde padecer.
En estos primeros años era un cementerio clandestino de las personas del entorno. Antes las nuevas necesidades, durante la alcaldía de Aroldo Pretell Vega (1964-66), se nombra al primer Inspector de Cementerios, cayendo en manos del señor Cesar Ingar Liñan.
Pero será, posiblemente, en la siguiente gestión municipal local (1967-1969) que comenzara a funcionar bajo la administración del concejo local. Esto se entiende, si para marzo de 1968 ya se encontraban registradas 73 entierros en el cementerio. Aunque en realidad habían mas de esa cifra, como lo denuncio el teniente alcalde Bernardino Tello Vásquez en la sesión de concejo del 9 de marzo de 1968 al señalar que en una visita realizada días antes habían descubierto que había muchos mas entierras de las que se encuentras consignados en los libros de registros. Esto sería, como también lo denuncia, por que no había una persona permanente en el cementerio controlando los servicios del campo santo. Además de que existía una persona que traficaba con los espacios y, cobraba en forma ilícita sin el conocimiento de las autoridades.
El cementerio es formaliza el 7 de diciembre de 1970 a través de una resolución ministerial dado por la cartera de Salud autorizando el funcionamiento a cargo del concejo de Villa Maria del Triunfo, que en ese momento se encontraba a cargo del alcalde Dr. Pedro Valle Medina. En la actualidad comprende aproximadamente 60 hectáreas.
Pero será, posiblemente, en la siguiente gestión municipal local (1967-1969) que comenzara a funcionar bajo la administración del concejo local. Esto se entiende, si para marzo de 1968 ya se encontraban registradas 73 entierros en el cementerio. Aunque en realidad habían mas de esa cifra, como lo denuncio el teniente alcalde Bernardino Tello Vásquez en la sesión de concejo del 9 de marzo de 1968 al señalar que en una visita realizada días antes habían descubierto que había muchos mas entierras de las que se encuentras consignados en los libros de registros. Esto sería, como también lo denuncia, por que no había una persona permanente en el cementerio controlando los servicios del campo santo. Además de que existía una persona que traficaba con los espacios y, cobraba en forma ilícita sin el conocimiento de las autoridades.
El cementerio es formaliza el 7 de diciembre de 1970 a través de una resolución ministerial dado por la cartera de Salud autorizando el funcionamiento a cargo del concejo de Villa Maria del Triunfo, que en ese momento se encontraba a cargo del alcalde Dr. Pedro Valle Medina. En la actualidad comprende aproximadamente 60 hectáreas.
Es uno de los pocos lugares del Sur de Lima donde en un mismo escenario se encuentran distintas tradiciones de los nuevos migrantes que han ocupado esta parte de la capital. Debería ser considerada como parte de nuestro patrimonio cultural vivo. Y no como la Municipalidad de Villa María del Triunfo que lo ha declarado como el segundo cementerio más grande del mundo, sin saber quien es el primero, considerándose desde ya un segundón.